y el movimiento de los cuerpos celestes encuentra eco en mi sangre."
viernes, 1 de noviembre de 2013
Primera Oración Incontenible.
Señor:
Puesto que en Tí caben todos los absurdos,
Y tus manos anchas
Se oponen a sí mismas,
En nuestros ojos de transcurrir humano;
Puesto que para cada respuesta de nosotros,
Tu cuerpo sin reposo
De bailarín contento,
Se curva en una nueva pregunta insospechada;
Dadnos al menos,
Cuando olas turbias ahuyentan pájaros,
Cuando en el ágil aire
Se balancean males
Rasgueando fijezas al enemistarnos;
Dadnos los calmos crepúsculos reales,
La cadencia externa,
La suave certeza
De un límpido espejo para nadar en calma.
Señor, Señor,
Dádnoslo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario